El Parque Nacional de los Lagos de Plitvice, en Croacia, es uno de esos lugares a los que quieres ir desde el primer momento en que lo ves en una fotografía. Un espacio protegido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad donde disfrutar de ríos, lagos, cascadas, bosques, fauna… Pero, sobretodo, se visita por sus colores y la transparencia de sus aguas: un espectáculo único en el mundo. Los Lagos de Plitvice tienen de todo y hay que visitarlo antes de morir. Aquí te contamos desde las sensaciones que produce pasear por el parque hasta todos los detalles actualizados a 2016: cómo llegar, dónde dormir, la mejor ruta, precios, consejos… ¡Hasta te contamos cómo entrar gratis a Plitvice!
LAS SENSACIONES DE PLITVICE
Son las 7:50 de la primera mañana de septiembre de 2016. El sol todavía no se anima a dejarse ver pues ha acordado con las nubes su protagonismo en la mañana. En la fila, un grupo de japoneses se escurre por la derecha bajo los gritos estridentes de una señora agitando un paraguas. ¡Mierda!, me digo mientras espero que dos alemanas terminen de comprar sus entradas, hay que adelantarlos como sea. Hemos madrugado porque sabemos que los Lagos de Plitvice pueden convertirse en una auténtica procesión de jubilados muniqueses.
Hemos conseguido pasar por tiernos estudiantes para ahorrarnos unos kunas, que supondrán la vespertina cerveza de la victoria. Caminamos apresurados, adelantando nipones sin dificultad, ansiosos por ver lo que Plitvice tiene que ofrecernos. No esperamos que, al doblar la curva, el gigante se muestre de repente, sin advertencia ni prólogos. La Gran Cascada cae como manto un líquido y paciente sobre la caliza manchada de musgo. Y a su izquierda, el río Korana se muestra por primera vez en un verde azulado discreto y profundo.
Caminamos entre las hayas y los abetos, testigos contemporáneos de las masas que corretean por los senderos. Viejos conocedores de serbios amenazantes y balas y minas de otros tiempos. Caminamos rápido, presionados por los tiempos turísticos, como en una calma carrera contra el reloj del veraneo. Pero los colores nos hacen detenernos una y otra vez. Intentamos inmortalizar el esmeralda, el lapislázuli, el albahaca, el musgo, el egeo. Pero la cámara no lo registra igual. Al fondo de las pupilas, los colores penetran diferente que en cualquier fotodiodo.
El bosque se está despertando y los patos se asean azarosos en las veredas de los lagos, dejando que los peces les acaricien. El espejo es transparente y deja ver lo que ocurre abajo. Los viejos árboles que no aguantaron la levedad del aire se pudren narcisos en el fondo. Es la continuidad de los bosques bajo el agua. Y seguimos intentando recoger colores, almacenarlos y recordarlos todos.
Enebro, celúreo, alga, verde pera.
Aguamarina, cobalto, zafiro.
Escabeche, pavo real.
Turquesa.
Es difícil dar crédito a la paleta de colores que Pltivice despliega ante los ojos del forastero. Y es increíble despistarse un segundo, darse la vuelta y al regresar la mirada encontrar otro color distinto. Es un mundo que se altera con el paso de una nube, o el soplo de una brisa, o el recorrer del sol. Un mundo que cambia constantemente, donde el agua corre hasta hacia arriba. O se detiene, si así lo quiere. Un lugar en el que el bosque lo recorren osos y urogallos y linces, que nos dan un rato de licencia para que nos lo llevemos de recuerdo. Ilusos, esperan que nos acordemos como especie al volver a nuestra casa.
Seguimos el camino por los abiertos bosques de haya, repletos de humus de vida, donde algún abeto insiste en hacerse hueco. Las aves dejan de cantar a nuestro paso y una familia iraní nos pregunta si están bien para ir por el sendero E. Y caminamos y caminamos, durante horas, enmudeciendo a cada paso más, hasta que el sonido de la carretera nos devuelve a la realidad. El mundo mágico de Plitvice queda atrás. Lo almacenamos, apretamos fuerte para que no se nos olvide y seguimos hacia el este. Hasta dar la vuelta.
PARQUE NACIONAL DE LOS LAGOS DE PLITVICE
El Parque Plitvice fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979. Tiene una superficie de más de 30.000 hectáreas donde se encuentran espectaculares cascadas, lagos, bosques y manantiales. Es uno de los destinos más visitados de toda Croacia y de los Balcanes, y no es para menos pues ofrece algunos de los paisajes más sobrecogedores de toda la región.
Formado en la confluencia de varios ríos y torrentes, su formación tiene un orígen kárstico, lo que ha formado las curiosas formas del travertino. La zona más visitada es la que comprende unos 7 km de río, desde el lago Prošćansko jezero (636 msnm) hasta el inicio del Río Korana (483 msnm). A lo largo de toda esta zona hay una red de senderos, con pasarelas de madera, que permiten conocer el parque y sus increíbles rincones.
Pero todas estas maravillas también provocan que visiten el parque más de 1.200.000 personas al año, lo que lo está poniéndolo en peligro (crecimiento de alojamientos turísticos, falta de alcantarillado, masificación, migración de especies…). Así pues, si lo visitas, no te alojes en los hoteles más cercanos al parque, se responsable de tu basura y valora el ecosistema.
CÓMO CONOCER EL PARQUE NACIONAL PLITVICE
Como hemos dicho, el Parque Nacional de los Lagos de Plitvice es una región muy grande así que, amigos y amigas, hay que calzarse las zapatillas de montaña y asumir que, para ver todo lo que ofrece, ¡hay que caminar! Además, es un lugar de cascadas, lo que significa, desnivel. Pese a que no es nada muy duro, los senderos tienden a subir o bajar según desde donde se inicie el recorrido.
Por supuesto, el parque está acondicionado para que cualquier persona, independientemente de su estado físico, pueda conocer las zonas más espectaculares. Además, hay una red de transporte interno (barcos y buses) que están incluido en el precio de la entrada. Pero hay rincones a los que solamente se llega después de una buena caminata.
¿Qué entrada elijo?
Entrada se dice ulaz en croata y el parque cuenta con dos. Una al norte, llamada creativamente Ulaz 1, y la otra al sur, sorprendentemente llamada Ulaz 2. Cosas del ingenio balcánico. Pues bien, la zona 2 corresponde a la parte alta del río, la más espectacular y la que te permite acercarte más a las pequeñas cascadas. Por su parte, la zona 1 está en la parte baja, con los lagos más grandes y calmados.
Nosotros empezamos la visita por la 1 y, después de reflexionar un poco, nos parece una decisión acertada. Es verdad que desde la 2 tienes todo más cerca, hay que caminar menos cuesta arriba y está la zona más espectacular. Pero si entras desde la 1 te harás una idea mucho más general y acertada del parque, irás viendo las cosas de menos a más y te permitirá luego regresar tranquilamente disfrutando de las zonas menos transitadas cuando la parte alta está a tope. Eso sí, hay que asumir que caminarás unas cuantas horas.
Senderos por el Parque Plitvice
Pese a que las autoridades del parque se han esforzado en ofrecer algunas sugerencias para caminar, la verdad es que son confusas, están bastante mal hechas y cuesta seguirlas si no se tiene un buen mapa. Son dos clasificaciones distintas: los pequeños senderos para recorrer el parque (nombrados del 1 al 15) y las rutas sugeridas (nombradas de la A a la H), que incluyen varios de éstos senderos. Un lío, ¡vamos! Pero no hay que preocuparse, cualquier camino es alucinante y permite conocer algún rincón secreto. La verdad es que a nosotros una de las cosas que más nos gustó fue perdernos por los preciosos senderos.
En lugar de seguir las rutas sugeridas, nosotros te recomendamos que te centres en los pequeños senderos cortos, más fáciles de seguir y te garantizan que no te vas a perder nada. En la entrada del parque hay un gran mapa al que puedes tomar una foto y luego ir consultando a medida que vas avanzando, porque con la entrada no te dan mapa ni ná de ná (te lo dejamos aquí por si te sirve). De esta manera puedes armarte tu propia ruta a medida. Aunque si lo que quieres es los deberes hechos, aquí tienes nuestra sugerencia:
La mejor ruta por los Lagos de Plitvice
Esta es la ruta que nosotros haríamos, si volviéramos a ir, para disfrutar a tope del parque. Es una ruta exigente, que se completa con calma en unas 8 horas, pero te aseguras de disfrutar de los mayores atractivos del parque evitando las masificaciones.
Iniciamos desde la Entrada 1 en dirección al Puerto 3. Este tramo hay que hacerlo a buen ritmo para evitar las masificaciones en las zonas altas. Te recomendamos que dejes la Gran Cascada para el regreso y avances sin prisa pero sin pausa. Ahí tomas el barquito, incluido en el precio de la entrada, para llegar al Puerto 2, donde iniciarás un zigzag por entre las cascadas. La zona más espectacular del parque.
Al llegar arriba del todo, el Prošćansko jezero, te recomendamos el sendero escénico, que va por un precioso bosque y tiene dos o tres miradores maravillosos. Eso te dejará de nuevo en el P2, donde puedes elegir cualquiera de las dos orillas del Lago Kozjak para regresar paseando tranquilamente (o tomar de nuevo el barco). Antes de salir, una pasadita por la Gran Cascada y listo, ¡Plitvice al completo!
La ruta completa se puede hacer, tomándosela con calma, tomando fotos y parando a comer, en unas 7-8 horas. En el mapa tienes la ida en rojo y la vuelta en naranja.
PRECIOS DEL PARQUE NACIONAL
Para entrar a un paraíso así hay que rascarse el bolsillo, a menos que quieras jugártela y entrar gratis en Plitvice. El precio de la entrada es, en nuestra opinión, excesivo durante la temporada alta. Durante el resto del año, sin embargo, nos parecen precios razonables por el espectáculo que vas a ver (en invierno, bajo la nieve, debe ser increíble). Los precios a finales de 2016 son los siguientes, aunque también puedes consultarlos aquí:
Un truco que funciona y con el que ahorrarás un montón es decir que eres estudiante. Por supuesto, si tienes 60 años y una barba blanca hasta los pies, igual no cuela. Pero nosotros, que ya contamos canas y más de un lustro sin pisar una universidad, entramos sin problemas. Disfrázate de jovenzuelo si hace falta porque los descuentos son jugosos.
Si quieres hacerlo todavía más radical, al final del post te contamos cómo entrar gratis a los Lagos de Plitvice.
CÓMO LLEGAR A LOS LAGOS DE PLITVICE
La verdad es que este Parque Natural está bastante retirado de las rutas más turísticas de Croacia, por lo que llegar hasta allí requiere hacer el viaje a propósito. El aeropuerto más cercano es el de Zagreb así que hay tres maneras de llegar:
Bus a Plitvice
Hay varias compañías que viajan a Plitvice desde las principales ciudades croatas (por ejemplo, desde Rijeka, Split o Dubrovnik). Sin embargo, nosotros recomendamos utilizar la ruta que une Zagreb con Zadar pasando por Plitvice, pues es la que tiene más frecuencias y la más cómoda. En ambos sentidos, el pasaje cuesta entorno a 100 kunas (unos $15) y se demoran algo más de dos horas. Suelen salir temprano por la mañana y llegan a Plitvice sobre las 10:30. En nuestra opinión, lo ideal es hacer noche allí y entrar al parque al día siguiente lo más temprano posible. Las masificaciones pueden llegar a ser insoportables en los meses de julio y agosto pero los madrugadores siempre tienen su premio.
En coche
Llegar en coche particular es muy sencillo y las carreteras son cómodas. Eso sí, tanto si se llega desde Zadar como desde Zagreb, la ruta más directa tiene peaje. Sin embargo, con un poco de paciencia, las carreteras secundarias son también buenas y permiten disfrutar más del paisaje, tomarse el viaje con más calma y hacer algunas paradas. Nosotros hemos recorrido toda Europa sin pisar una sola autopista de pago (excepto por una necesidad imperiosa en Italia, entre Turín y La Spezia).
Tour Plitvice
La forma que más desaconsejamos es tomar alguno de los múltiples tours a Plitvice que ofrecen en la mayoría de las ciudades de Croacia. Hay opciones de visita en un día -que incluyen el bus ida y vuelta, entrada y guía- o de más, con paquete de alojamiento incluido. Si bien puede ser una opción para aquellos viajeros que estén muy justos de tiempo, es casi seguro que entraréis en las horas con mayor masificación y no tendréis tiempo suficiente para recorrer el parque con calma.
DÓNDE DORMIR CERCA DE LOS LAGOS DE PLITVICE
Toda la zona cercana cuenta con una gran oferta de alojamientos, que van desde hostales baratos estilo backpacker hasta un hotel de lujo que está dentro del mismo parque, pasando por múltiples opciones de camping. Hay para todos los gustos y bolsillos. Nosotros, que necesitábamos ahorrar, hicimos carping muy cerca de la entrada del parque para poder estar pronto y evitar las hordas turísticas.
La acampada libre, como ya os contamos en otro artículo, está prohibida en toda Croacia y esta región está muy vigilada por guardaparques. Advertimos por si acaso, aunque seguro que con un poco de ingenio también se puede encontrar un lugar cobijado. Al fin y al cabo es un bosque gigantesco y frondoso.
APARCAMIENTO EN EL PARQUE NACIONAL
Si vas en coche, debes tener esto en cuenta porque puede hacerte subir los gastos. Hay dos parkings, uno en cada entrada, que cobran la friolera de 7 kunas ($1) cada hora. Un robo a mano armada que los guardaparques se encargan de perpetrar, controlando que no aparques en algunos lugares cercanos, aunque no molestes a nadie. Business is business. Así que ya sabes, echa cuentas para que no se te pase el presupuesto.
Si te quedas en alguno de los hostales o sobes de la zona, lo más probable es que incluyan el aparcamiento. Puedes acercarte al parque caminando o a dedo. Al final son 6 o 7 euros que acabarás ahorrando.
Para los que lleguen en furgo, el precio es de 70 kunas ($10) al día pero parece que te puedes quedar a pasar la noche allí y aprovechar los baños. Puede ser una opción…
ENTRAR GRATIS AL PARQUE NACIONAL PLITVICE
Nosotros pagamos religiosamente la entrada del parque (en temporada media y con descuento de estudiante). Nos gusta creer que con ello se invierte en la conservación del Parque y su ecosistema. Dicho esto, es inevitable darse cuenta, al salir hacia el aparcamiento de la Entrada 1, de que acceder al parque sin pagar la entrada es increíblemente fácil. La carretera discurre a escasos 20 metros del sendero y el bosque de hayas se deja cruzar fácilmente.
La opción más sencilla es caminar desde el aparcamiento 1 hacia el 2 por la carretera. En el camino encontraremos algunas vallas de madera que impiden el paso de vehículos y que tienen una señal de prohibido el paso. Pues bien, simplemente con saltarse esa prohibición y tomar el camino, nos encontraremos dentro de la zona de senderos del parque. Sin pagar ni un euro y sin tener que hacer malabarismo alguno. Apenas unos metros por el bosque y listo. Por supuesto, hay muchas más entradas a lo largo de la carretera que seguro también llevan al parque. Queda a conciencia de cada uno si se decide usar la entrada oficial o la subrepticia. Nosotros, de haberlo sabido, seguramente nos hubiéramos ahorrado los 24 dólares…
ALGUNOS CONSEJOS EXTRA
- Bañarse en el parque está prohibido, por muy sugerentes que puedan parecer sus aguas. Sin embargo, siempre hay opciones para los más osados. Si se quiere uno bañar, la mejor forma que se nos ocurre es tomar la carretera que une la entrada 2 con la zona alta. Es la carretera por la que pasan los buses y serpentea alrededor de la zona sur del lago Kozjak. Desde ahí, desviarse de la ruta asfaltada y bajar hacia el lago. No pasa nadie por ese sendero y os podréis dar un chapuzón rápido (recordad no llevar protector solar o otros químicos que puedan afectar al ecosistema). Eso sí, el agua está helada.
- Si se quiere, hay otras opciones de senderos que se alejan un poco de la zona de los lagos. Puede ser una buena opción para recorrer las zonas más remotas del parque, hábitat de osos pardos, linces, lobos, búhos euroasiáticos o águilas doradas. Algunas de las mejores rutas salen desde la zona alta, desde donde parte el sendero 12.
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4 comments
Bellísimo tanto los paisajes como la redacción. Me he sentido paseando por ese lugar maravilloso desde la comodidad de mi sofá
De eso se trata! Nos alegra que disfrutes y viajes con nosotros! Un beso
A nosotros también nos encantó esta visita e incluso nos arriesgamos a un baño furtivo… Hacía bastante calor.
Gracias por tu comentario Jose! Y sí, nosotros no nos animamos porque se nos estaba haciendo tarde, pero ganas de un bañito no faltaban! Plitvice increíble!