Cerca de las costas de Rio de Janeiro, en el municipio de Angra dos Reis yace el paraíso, se llama Ilha Grande. Su puerto principal Vila do Abraão tiene dos calles y no existen autos. Cada excursión que hagas, a sus cerros o playas será espectacular. El mar es tornasol y transparente a la vez, la vegetación lo cubre todo, y hay monos pequeños y redondos que parecen salidos de una tienda de juguetes. Un mochilero no puede pedir más. Ilha Grande es el lugar para desconectarte de todo, es literalmente la isla perfecta. Pero para poder relajarte y disfrutar del momento, más que el lugar sublime, necesitas estar presente.

La calle de atrás de Vila do Abraão

El mono tití común, que está en toda la isla
“Hemos gastado de más. Nos quedan muy poquitos días para conocer Río. Vamos a tener que saltarnos Grecia por la restricción de tres meses que me da la visa Schengen. Era de habernos casado. Si caminamos más rápido podemos ganar una hora y media en la playa. Se me está acabando la batería del celular. ¿Nos avanzarán los ahorros para comprar el terreno para montar el hostal al regreso?” La mente no para sí tú no se lo ordenas. Para quien está sentada tras un escritorio con 250 mails por responder y siete reuniones pendientes, o para quien tiene hijos y varias cuentas por pagar, estos pensamientos pueden parecer banales. Sin embargo la sensación de estrés que me invade me lleva de vuelta al sentimiento que tenía cuando enfrentaba los 250 mails y las incontables reuniones. Estrés ya no se sienta en primera fila, se ha movido al medio del salón, pero sigue levantando la mano cada día cuando la Profesora Ansiedad pasa la lista de asistencia. Pero mientras trituraba mi estrés viajero en la cabeza, mi cuerpo estaba caminando por una de las trilhas (senderos) más hermosas que había visto en mi vida, en medio de la mata atlántica de una isla de Brasil.

El imponente sendero a la Cachoeira Feticeira

El estrés del Peter en Vila do Abraão: no le gusta posar para la foto
Tengo la teoría de que mi sistema se adaptó a contar con un nivel de estrés básico para poder funcionar. Vamos ya casi tres meses en el camino y se me está haciendo claro que difícilmente algún día podré estar con nivel 0. Siempre hay algo. Y el objetivo ahora es conseguir que mi nivel de estrés básico vital sea el menor posible.
Tengo también un muy mal hábito: me es muy difícil estar presente, cuerpo y cabeza unidos por largos periodos de tiempo. Pero estoy tratando de hacerlo como acto consciente, sólo así puedo parar y ver las gradas naturales que forman las raíces para que yo suba sus escalones, las agrupaciones de bambú que te hacen querer jugar al samurai, las playas de aguas cristalinas, y a veces esmeralda, que se encierran en medios muros de rocas gigantes. Y vuelvo a respirar hondo y a estar ahí, disfrutando de este viaje del que a veces me alejo flotando.

Las raíces confabulando escalones para que puedas subir y bajar sin problemas
EXCURSIONES EN ILHA GRANDE
Nos podíamos haber quedado un mes y más en Ilha Grande. Al mirar el mapa, que está en cada esquina de Villa do Abraão, te das cuenta de que cada rincón de su costa tiene una laguna, una playa, un mirador que dan ganas de conocer.
Con nuestra auto conciencia de viajeros de bajo presupuesto, averiguamos con poca esperanza el valor de los tours en lancha de isla entera (130 reais – $37,50) o de media isla (80 reais – $23), y supimos que debíamos sacar de nuestra lista mental la oportunidad de ver las tan promocionadas Lagoa Verde, Lagoa Azul y Praia Paranaioca (o paranoica, como le digo de cariño). Para conocer, teníamos que caminar a cualquier sitio, estaba clarísimo y era posible. El plan fue en tres días, tres trilhas cada una más intensa que la anterior: Cachoeira Feticeira, una cascada a 3 horas ida y vuelta; Praia Lopez Mendez a 4 horitas total; y finalmente la que un lugareño nos recomendó como la más bonita, Praia Caxadaço con un costo total de 7 horas de piecitos andantes.
CACHOEIRA FETICEIRA

Y de repente, te encuentras con una cascada: Cachoeira Feticeira
¿Has ido a las barracas en donde en el siglo XIX encerraban a los europeos colerientos que querían entrar al continente? ¿Te has metido dentro de ellas? Sí a la primera, ni fregando a la segunda. Era prohibido entrar y aparte cero tentador… Las ruinas de San Lázaro te hacen acuerdo de que este pedazo de paraíso fue algún día lugar de cuarentena y luego cárcel, hasta el reciente 1994. En el camino a la promocionada cascada también nos cruzamos con playas llenas de vidrio de mar, riachuelos, acueductos, monitos, piedrones, subidas y bajadas de arcilla que nos ayudaron a inventar un nuevo estilo de parcour.
La cascada está arrinconada en la selva, con un huequito de luz que le da un aire de secretismo, aunque te encuentres ahí con otra pareja que hasta hace un minuto pensaba lo mismo. Pero no sólo es la Cachoeira Feticeira sino el camino de Indiana Jones el que vale la pena.

Las ruinas de San Lazaro vistas desde una ventanita

Un antiguo acueducto en medio de la selva

Una de las playas rumbo a Cachoeira Feticeira
PRAIA LOPEZ MENDEZ
La famosa playa de Lopez Mendez es una extensión de 3 kilómetros de arena blanca y tan pero tan fina que parece harina y suena como zapatos nuevos de caucho mientras caminas. Unas olas que imponen respeto en medio de un mar transparente al que cae un río de agua dulce. Y por suerte, ese día nos acompañó el sol.
Lamentablemente, tengo otro mal hábito que lo comparto con Peter, me es muy difícil despertarme temprano. Ir a dormir tarde obviamente no ayuda. Pero hay algo quasi glotón de quedarse en la horizontalidad cuando la luz va subiendo y subiendo. Y eso nos pasó el día de Lopez Mendez. En vez de salir a las 9 de la mañana para gozar de la playa unas cuatro horas, recién nos levantamos a esa hora con las alarmas roncas de tanto repetirse y salimos del camping a las 11 am.
La mayor parte del camino hablamos o imitamos a Kilian Jornet, un corredor de bosques y héroe del Peter, y llegamos pasada la 1 de la tarde, justo para recibir unos rayos del sol antes de que lo cubran las nubes que lo llevaban a acostarse. Disfrutamos nuestro par de horas con sánduches de guayabada con queso, una búsqueda de conchas, un poco de yoga, una dibujadita rápida porque mi modelo se estaba congelando (aunque sólo le estaba dibujando la cara), y a regresar antes de que nos atrape la oscuridad en la trilha.

Un dulce yoga en la praia Lopez Mendez

Arena harina en Praia Lopez Mendez
El problema de este nuevo parcour estilo #mundoenlamochila, es que al ser tan osado y vanguardista, no respeta normas de precaución y seguridad, por lo cual las lesiones son muy frecuentes. Esta vez mi rodilla derecha me decía, con cada paso de bajada: «Eres una inconsciente. Nunca más salto cuando me lo pidas. N-U-N-C-A»
Por suerte, un surfista que nos pasó corriendo en su camino a la segunda playa de Pouso, paró y por la mitad de precio que las lanchas pequeñas y rápidas nos ofreció billetes para los barcos lentos. Por 15 reais ($4.30), yo y mi rodilla disfrutamos de un paseo precioso -y muy agitado- en barquito de regreso a Vila do Abraão.

El bote que salvó mi rodilla de Pouso a Vila do Abraão
PRAIA ABRAÃOZINHO
Para disminuir el estrés, hay que aprender a desprenderse. En este caso, le dijimos adiós a nuestro plan de caminata de 3 horas y media por un sendero de subidas y bajadas para llegar a una hermosa playa rodeada de rocas y emprender un retorno de otras 3 horas y media. Después de dos días de senderos, los cuerpos necesitaban un descanso. Buscando entre las miles de fotos de las playas de la isla y corroborando la información con el dueño del camping, decidimos pasar el día en Praia Abraãozinho, la más bonita de las que están cerca de Vila do Abraão, a solo 25 minutos de bella caminata.
Bajo la sombra de hojas de almendro, remendaba mi sombrero con hilos de colores mientras decidía si ya era hora de regresar al pueblo o si todavía me avanzaba sol para una última zambullida en el mar. Peter se había marchado. Flotar sobre el agua y ojos cerrados. El sonido de burbujas y marea. Cada aspiración te eleva y luego te sumerges un poquito cuando el aire sale de su encierro. No hay nada más. Tal vez una sonrisa. No se puede hacer todo, no se puede visitar todo, no se puede vivir todo, pero es importante que estés presente para lo que sí hagas, veas y vivas, sintiendo y saboreando cada momento.

Un sombrero alegremente remendado con el atardecer en Praia Abraãozinho
COMO LLEGAR A ILHA GRANDE
Hay tres rutas de barcos que te llevan a Vila do Abraão, en Ilha Grande, viniendo desde Mangaratiba, Jacareí y Angra dos Reis. Nosotros vinimos desde Angra, y en vez de pagar los barcos turísticos que valen el doble, tomamos la Barca do Estado (la barcaza pública) que entre semana sale a las 3:30 pm, dura dos horas y cuesta 15 reais ($4.30) En el fin de semana sale a la 1pm. Lo propio hicimos para el regreso, saliendo de Vila do Abraão a las 10 am.
DONDE DORMIR EN ILHA GRANDE
Hay varias pousadas, hostales y campings en las dos calles principales del pueblo, sobre todo en la de atrás de la playa. Como es tan pequeño y absolutamente seguro, sin importar la hora puedes pasearte conociendo y preguntando precios hasta que encuentres el lugar indicado. Nosotros optamos por el Camping Cantinho, llegando del barco hacia la calle de atrás y a pocos metros del puentecillo. A 15 reais ($4.30) tienes un césped bien cuidado con tomas de electricidad, cocina y baños limpios.
De regalo, un videito del samurai de Ilha Grande:
10 comments
Muy bonito. Me encanta no que cariño describís los lugares que visitáis y siempre, siempre me despiertan deseos de verlos yo. Seguid describiendo esos bellísimos parajes
Muchas gracias Mati!
Qué bueno que te inspiren nuestros relatos. A ver si además, te motivan a seguir viajando.
Un abrazo fuerte
Hermoso lo que están haciendo, una aventura sin igual. Me llena de alegría verles y leerles, aprender de sus experiencias; ya estoy armando un listado de los lugares que no me puedo perder. Sigan así tan lindos y libres, disfrutando sin límites.
Gracias Xime!
Yo también te sigo en Facebook con tu aventura de ser mamá. Algún día intercambiaremos consejos.
Un abrazo
Me proclamos una fan de este blog! Me siento como cuando no puedes parar de leer un libro o de ver el sigiente capitulo de una nueva serie…enganchada total!
Transmitis ganas de coger la mochila y salir mañana..
Joder Ely, nos emocionas.
Si todo este trabajo tiene algún sentido -todavía estamos averiguando eso-, es por comentarios como el tuyo. Como te imaginarás no es nada fácil transmitir lo que se siente, en vivo y en directo, en cada uno de los lugares que visitamos. Pero hacemos lo que podemos y comentarios como el tuyo nos animan a continuar. Muchas gracias y, ya sabes, si te animas con la mochila… ¿Sudeste asiático 2017? Ahí lo dejamos.
Un beso fuerte!
Gaby y Pitu! How did I miss this blog? Me encanta!
Ilha Grande makes you want to stay there forever… We wanted to buy a hostel.. Or a vacation home…
I love your adventures! Enjoy every second of it kids!
<3
Hey Marla!
We’re glad you are following us. We definitely love Brazil. Let us know when you set up that hostel and we will be the first to come!
Besos y abrazos para Lore y para ti!
En cuanto tiempo recorres más o menos toda la isla?
Hola Antonella!
Pues depende lo rápido que quieras hacerlo. Recorrerla completa, conociendo todas la playas, puede tomarte casi mes… Recuerda que no hay carreteras y todo hay que hacerlo a pie o en barco. Ahora, para mi un tiempo razonable en la isla sería una semana. Puedes hacer un par de tours, un trekking largo a Aventureiro (tipo 2 días, 1 noche durmiendo en carpa), y tienes otros tres días para estar en en Abraao y las playas de los alrededores. Esperamos haberte ayudado!
Saludos