Capital de un reino que se extendía 4500 km por la Cordillera de los Andes, desde Quito hasta el Río Maipo, al sur de Santiago de Chile; el Cusco ha sido durante siglos la ciudad más importante de Sudamérica. En la ciudad se respira historia y los vestigios incas del Tahuantinsuyo se mezclan hoy con iglesias erigidas por los conquistadores. Es una de las ciudades más turísticas de toda Sudamérica y recibe viajeros y turistas de todo el mundo que llegan atraídos por Machu Picchu, una de las nuevas siete maravillas del mundo. En esta guía os enseñamos lo mejor de Cuzco y sus alrededores, para viajeros que quieran conocer este destino imprescindible a fondo ¡pero barato!.
UN POCO DE HISTORIA
El emplazamiento que hoy ocupa el Cuzco, en el fértil valle del río Huatanay, parece haber sido habitado desde hace más de 3000 años por varios pueblos de la región. Sin embargo, su auge comienza cuando se establece como capital del imperio incaico a mediados del siglo XIII.

Expansión Imperio Inca
Expertos conocedores de la arquitectura, la astronomía, la matemática, la medicina, la agricultura y las artes, los incas construirían un imperio y una cultura que se impondría al resto de tribus de la región andina. A finales del siglo XV, bajo los gobiernos de Pachacútec y de su hijo Túpac Yupanqui, el Cusco se convierte en el centro ceremonial y político más importante de los Andes y de América del Sur. Con la gran expansión del imperio, la ciudad termina convertida en la capital de los Andes, por lo que se la conoció como “el ombligo del mundo”.
La llegada de los españoles, la difícil situación social que se vivía y la guerra civil por el control del poder entre Huáscar –en Cusco- y Atahualpa –en Quito- fueron las causantes del desmoronamiento del imperio. Tras algunos años de levantamientos y resistencia por parte de los incas, el imperio vio su fin en 1572, con la derrota, captura y asesinato de Túpac Amaru a manos de los españoles.
Se estableció entonces el Virreinato del Perú y el Cuzco se mantuvo como el centro cultural y comercial de los Andes, aunque la administración se desplazó a Lima y la constituyó cabecera de los dominios españoles en Sudamérica. Durante los siguientes años de colonia se produciría un proceso de profunda transformación económica y social con la implantación de un sistema mercantilista, basado en la minería de oro y la plata. Las prácticas inhumanas que imponían los invasores a la población indígena produciría muchas resistencias.

Tupac Amaru II
Cusco fue protagonista de varios levantamientos indígenas contra la administración española, como el de 1780, impulsado por José Manuel Condorcanqui –conocido también como Túpac Amaru II-, que es aplacado unos meses después y termina con el asesinato público del prócer y toda su familia en la Plaza de Armas de la ciudad. Pese a ello, la llama de la emancipación se había prendido y, tras algunos intentos fallidos en todo el territorio, el Perú se declara finalmente independiente en 1812.
Durante todo el periodo de la República, Cuzco mantiene su importancia, y se constituye como capital del departamento del mismo nombre. La ciudad se desarrolla considerablemente y su población crece también de forma importante durante todo el siglo XX, cambiando progresivamente su economía de la agricultura, las actividades extractivas y la producción de alimentos y bebidas a una economía basada en el turismo, que la ha convertido en una ciudad con pleno empleo.
MESTIZAJE EN CADA ESQUINA
Después de un viaje de más de 20 horas desde Ica (S/. 80 – $24) llegamos al terminal de buses. Hasta el centro se caminan unos 30 minutos (también se puede tomar el bus Correcaminos, S/. 1,5). Decidimos buscar hostal por San Blas, el barrio bohemio en la zona alta de la ciudad y encontramos, a unas cuadras de la zona turística, el Hostal Alejandrina (doble por S/. 30 – $9, calle Lucrepata D8), donde también puedes hacer unas horas de trabajo diarias a cambio de alojamiento y comida. Ya teníamos dónde quedarnos y dónde comer, pues el Alejandrina tenía también ricos almuerzos por S/. 5 ($1,5), así que ya podíamos hacer lo que más nos gusta: pasear por sus callejuelas hasta perderse.
En Cusco, todo da la sensación de ser mestizo. Llama la atención, en primer lugar, la mezcla de arquitecturas. Decenas de templos religiosos cristianos y edificios históricos de los tiempos de la colonia pueblan la ciudad. Han resistido a los intensos terremotos porque fueron construidos sobre los cimientos de construcciones incas –estrategia que usaban los españoles para despojarlos de su identidad cultural y su poder sobre la población-. La precisión milimétrica con la que los artesanos del imperio incaico tallaban enormes piedras para que encajaran unas con otras, ha mantenido en pie durante siglos a las más débiles edificaciones españolas, joyas del barroco.
Pero no sólo se aprecia la mezcla en las paredes. En la ciudad conviven, en hipnótica armonía, indígenas, mestizos y extranjeros; atestando las calles en una especie de baile donde todo se cruza, se acerca y se aleja sutilmente. La historia también ha hecho –por desgracia a base de prepotencia, dolor y sufrimiento- que las costumbres de la gente reflejen el pasado intercultural del Cusco. Prácticas religiosas sincréticas, donde se mezcla la tradición andina (de respeto a los elementos y a la madre naturaleza, la Pachamama) con los ritos del catolicismo. Todo es mezcla en Cusco y eso la hace hermosa, rica y diversa.
LO IMPERDIBLE Y LO PRESCINDIBLE, UNA CUESTIÓN DE DINERO
Caminar Cusco es fundamental. Ver la Iglesia de la Compañía de Jesús y la Catedral en La Plaza de Armas; recorrer la Calle Hatún Rumiyuc y admirar la incomparable Piedra de los Doce Ángulos; comprarle algo a un artesano o tomar una cerveza Cusqueña por las callejuelas de San Blas; caminar hasta la Merced y recorrer el mercado para descubrir sus manjares; perderse por los barrios del oeste de la ciudad, entre la población local; rebuscar un buen libro entre las montañas de autoayuda y vetustas enciclopedias ilustradas de las viejas librerías; en fin, descubrir y saborear una de las ciudades más bonitas del mundo con paciencia, despacio y sólo con los pies como medio de transporte, es imperdible y puede tomar varios días.

Gaby con una simpática juguera
Pero luego, además, hay mucho que ver y hacer en los alrededores de Cusco. Y esto, en gran medida, depende del dinero que quieras gastar –y del tiempo que tengas, claro-. Porque en Cusco, como meca turística que es, se paga por casi todo. Y ahí es donde el viajero debe leer mucho, elegir lo que más le interesa y decidir bien lo que es prescindible de lo imperdible.
Para visitarlo todo, hay que comprar el famoso “Boleto Turístico” –descuentos para estudiantes con carnet ISIC-. Hay varios tipos pero el más popular es el “integral”, que da acceso a los 16 lugares durante 10 días (S/ 150 – $45); o los circuitos parciales, que dan acceso a un grupo de lugares durante 1 o 2 días (S/70 – $21 cada una):
- Circuito I (1 día) – Saqsayhuamán, Tambomachay, Pukapukara, Qénqo.
- Circuito II (2 días) – Tipón, Pikillacta, Museo del Sitio del Qoricancha, Museo Municipal de Arte Contemporáneo, Museo Histórico Regional, Museo de Arte Popular, Monumento Pachacuteq, Centro Qosco de Arte Nativo.
- Circuito III (2 días) – Moray, Ollantaytambo, Pisaq, Chinchero.
Además, está el acceso a Machu Picchu, un imperdible que requiere bastantes horas de estudio si no se tienen $400 dólares para hacerlo como un millonario. Hablamos de ello en “Machu Picchu para mochileros. 4 formas de llegar para todos los bolsillos”.
En resumen, si no quieres que pasar por Cusco y el Valle Sagrado te cueste $600, deberás averiguar bien que es lo que más te interesa, elegir con cautela e intentar visitar algunos sitios “desde fuera”, como te explicamos a continuación.
LOS ALREDEDORES DEL CUSCO Y EL VALLE SAGRADO
Nosotros elegimos no comprar ningún Boleto Turístico, que no es precisamente barato, y hacer las cosas a nuestro aire. Es obvio que se pueden ver menos sitios arqueológicos o, al menos, se hace desde más lejos. Pero por otra parte, eso te permite evitar masificaciones, ahorrar en tu presupuesto y descubrir rincones solitarios y preciosos de el que, para nosotros, es uno de los 10 mejores destinos mochileros de Sudamérica.
Cerca de la ciudad hay varios lugares, de los que el más impresionante es Saqsayhuaman. Pese a que nosotros decidimos prescindir, no podemos recomendarlo, es un lugar precioso que vale la pena visitar. Tal vez comprar el boleto suelto para estos sitios vale la pena, o intentar hacerlo en plan Houdinni y colarse –parece que es muy fácil en algunos sitios-…
El domingo es día de mercado en casi todos los pueblos del Valle Sagrado así que decidimos salir tempranito en la mañana recorrerlos en autobuses de línea, mezclados con la población local. En nuestro camino recorrimos Cusco-Pisac-Urubamba-Ollantaytambo-Salineras-Cusco (S/. 38 – $11,5), donde disfrutamos de tres paradas interesantes:
- El Mercado de Pisaq: un activo mercado de frutas, verduras, artesanías… es posible encontrar casi cualquier cosa. Es curioso también acercarse a la iglesia para escuchar la misa en quechua.
- Las preciosas ruinas de Ollantaytambo: Si bien es cierto que se requiere boleto turístico para entrar, hay un camino en la parte este del pueblo que sube a otras pequeñas ruinas. En el camino puedes encontrar algunas piedras con reflejos celestes, la vista de las ruinas grandes es espectacular y, lo mejor, es gratis. Nosotros además tuvimos la suerte de ver a cientos de indígenas de los pueblos de alrededor, ataviados con sus mejores galas, ir a ejercer su obligación al voto (si, en Latinoamérica es obligatorio votar).
- Las Salineras de Maras: Una surgencia de agua salada en medio de las montañas a dado lugar a unas salinas que se llevan explotando desde tiempos de los incas, un lugar absolutamente recomendado. Además, si se intenta ir evitando taxis, se llega caminando unos 45 minutos por un precioso sendero en lo alto las montañas. Hay que tomar un bus en Urubamba con destino a Chinchero y pedir al conductor que te deje en el desvío hacia Salineras. Después de la visita (S/10 – $3), otro camino baja hasta el río Urubamba desde donde se puede jalar dedo hasta el pueblo o caminar.
Un día muy completo donde, a pesar de las 5 horas de bus, pudimos disfrutar del valle por poco dinero. Existe la posibilidad de tomar un tour de día que recorre el mismo camino pero es más caro y la sensación de ir en medio del rebaño, azuzado por tu pastor (guía), es bastante menos placentera.
MACHU PICCHU, MARAVILLA DEL MUNDO
Decenas de miles de personas visitan anualmente el santuario de Machu Picchu, y es que el lugar merece la pena. Una gigantesca ciudad colgando prácticamente del cielo, rodeada de una espesa selva verde y de nubes adheridas a los árboles. El río Urubamba siempre a los pies, serpenteando entre las caprichosas formas de las montañas. Machu Picchu es un lugar mágico que hay que ver al menos una vez en la vida.
No descubiertas hasta mediados del siglo XX, estas ruinas están rodeadas de misterio, tanto en su uso como en la decisión de su emplazamiento. Hay múltiples teorías sobre la función que desempeñaban, pero las más extendidas apuntan a que podría haber sido residencia de descanso de Pachacútec o un santuario religioso y ceremonial, o ambas, ya que pudieron haber sido compatibles.
Las ruinas se dividen en dos partes claramente diferenciadas. La zona agrícola de la parte suroriental, compuesta por andenes (grupos de terrazas) y algunos edificios dispersos, como el Cementerio Superior, el Puesto de Vigilancia o la Roca Funeraria; y el sector urbano, un conjunto de edificios destinados a viviendas y a usos ceremoniales, como: el Templo del Sol, la Plaza Sagrada, la Tumba Real, el Templo de las Tres Ventanas, el Intiwatana, el Templo Principal y la Roca Sagrada.
Hay que llegar temprano para poder hacer fotos sin gente –si es que las nubes lo permiten- y los buses salen a las 5 am de Aguas Calientes y llegan a las ruinas sobre las 5:45 (por unos extremadamente abusivos $25, ida y vuelta). Si vas caminando subes entorno a 1 hora y media, así que hay madrugar salvajemente, o quedarse hasta la hora de cierre. La visita puede durar unas 6 horas si os lo tomáis con calma y subís algo de comida. Como los guías son caros, es una buena idea almacenar previamente algo de info sobre las ruinas, en un Smartphone por ejemplo, para poder ir leyéndola después.
Tenéis información más detallada en “Machu Picchu para mochileros” pero aquí dejamos una galería para que os hagáis una idea… En cualquier caso, no se puede comparar a verlo en persona.
ALGUNOS CONSEJOS
- Cusco, como otros grandes destinos turísticos de fama mundial, es un lugar caro donde puede haber algunos vivillos que quieran aprovecharse de ti. Mantente atento y siempre compara precios.
- Es un buen destino para vender artesanía por la cantidad de turismo, tanto nacional como internacional. El mejor punto es cerca de la piedra de los 12 ángulos, la calle Hatún Rumiyuc, aunque la policía puede resultar un poco molesta, ¡hay que estar pilas!
- Camina, camina y camina. Y mejor si lo haces sin mapas. Es saludable y te permitirá conocer rincones ocultos con mucho encanto.
- El mercado, como en casi toda Latinoamérica, es el lugar más barato para comer y conocer la rica y sabrosa gastronomía local.
4 comments
Estupendo, apetece ir a conocerlo personalmente. Las fotografías espectaculares. Buen viaje
[…] Chile retornaba a España, no sin antes darse unas vueltecitas de turisteo por La Paz, Copacabana y Cuzco. Está de más decirlo, pero valió la pena […]
Enriquecedora la experiencia que aportais. Seguid contando.
Gracias Gemma! Seguimos…